31.1.11

Ay, dulce esperanza


De cuando tenía el cabello largo casi como Rapunzel
Él también es mi hombre favorito. Porque siempre que estoy a punto de salirme de un trabajo con el pretexto de que no me deja tiempo para escribir mucho menos para leer, llega con un nuevo descubrimiento, y me hace creer, once again, que, junto a él, nunca podré estar lejos de las letras, los puntos y las comas. Porque se permite hacer un picnic de postres cercado por las paredes de un importante y gran hotel, a la luz del foco blanco de una pequeña mesa, desde la que suenan las canciones que ambos hemos pedido para nuestro respectivo funeral. Porque podemos huir de reuniones familiares de puntitas y con una carcajada. Es mi hombre preferido porque sabe lo que me gusta y lo que no con una mueca o el deletreo apenas audible de mi voz. Ha sabido cómo hacerme sonreir un lustro y aunque no le vendría mal un poquito más de tacto, su abrazo es tan amplio como para resguardarme de la maldad de todo el universo. Porque ha aprendido a burlar los peligros de la calle con un cigarro en la boca, paso seguro y algunas palabras de reconocimiento hacia el presunto enemigo. Como en el arte, me dice lo mismo que todos pero busca siempre una forma nueva, suya. Porque sus manos son el mejor molde para mis senos pequeños. Y su aliento tiene notas de eucalipto y jazmín.   

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"A Teresa le gustaba el son istmeño, el son cubano, detestaba el arpa del son jarocho. Agradecía el ingerir cereal remojado por dos horas. Dejaba a la mitad un platillo para poder disfrutar sin culpa el postre, casi siempre un pastel. Y recientemente la calcomanía de un oso había aparecido en la carátula de su celular, casi al mismo tiempo cuando compró el pijama de Hello Kitty que abandonó en el ropero de mi casa (...) Teresa, además, olía a té de manzanilla con leche". Etiología de la Amargura (pág. 48)

Alejandro dijo...

¡Qué bonito! Qué chido que isentas eso, me gusta lo d elas notas de eucalipto. ¡Un abrazo!

Diana Gutiérrez dijo...

Anónimo:
¿Dónde se ha publicado esa belleza?

Alejandro:
Querido, para que no digas que no contesto tus comentarios, he aquí, unas cuantas palabras de agradecimiento por leer estas parrafadas.
Más abrazos.