22.1.10

Ando macerando el cuento

Darle la espalda es lo mejor que puedo hacer con la gente.
Ayer no quería estar solo y me fui a caminar a Walmart.
A Cielo le huele mal la boca cuando se enfurece.
Que dice mi papá que la soledad es muy cabrona. Pero yo digo que es mas cabrona la gente.
El libro, olvidado en la mesa de un café, era de Guadalupe Dueñas: Tiene la noche un árbol. En la página legal estaba escrita una dedicatoria llena de besos.  Era de una tal Cielo para un tal Edson.
Llevo días queriendo escribir un cuento cuyo título será: Ni los kleenex te servirán.

Apenas lo estoy estrujando, así que mientras se ablanda les dejo esta joyita dirigida por Doug Savage, sí ese, el que hace los Savage Chickens.

1 comentario:

Rodrigo Garva dijo...

Em... ayer hice lo mismo, pero en Chedraui... ¿Mal de muchos, consuelo de tontos?

¿Perdiste el libro de Dueñas? Hum. Antes de que toque, le damos una buscada en otras librerías de viejo. ¡Le hicieron mal de ojo los compañeros! Jeje.