29.1.10

La catarina

Chiquita del tamaño de tu uña, la catarina podría ser un adorno en tu mano. De color rojo o dorado y un coqueto vestido de puntos negros. Acostumbrada al calor humano, la catarina se deja tocar, pero apenas se sienta atrapada pondrá sus alas de tela a volar. Éstas son el único recuerdo de su origen. Se cuenta que la catarina era el botón del corsé de una princesa. Cuando la mujer entregó su amor, el diminuto botón de tela quedó en libertad. No es muy común encontrar una catarina, pero cuando aparece es porque alguien se ha enamorado.

Esto forma parte de un texto al estilo bestiario. Nada como para tomarse muy en serio. Sólo el placer de compartírselos.

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