9.9.09

Beatleday

Tenía una amiga gorda en la secundaria que amaba a John Lennon. Yo sólo conocía "Yesterday", "Let it be" y "Michelle" porque eran las únicas que mi madre se sabía completas y aunque desconocía el significado de las letras, bueno el de los títulos no, las cantaba muy feliz. Mi padre le había regalado la colección de casetes publicada por Selecciones Reader's Digest. Mi amiga se llamaba Karla Araico, su mamá era secretaria y su papá trabajaba en la Volkswagen. Un par de veces la acompañé a la fábrica de vochitos a pedirle dinero para comer. Tenía como quince gatos y me dijo que las croquetas sabían rico. Como a pescado. Yo quería mucho a Karla porque con ella comprobé el delicioso sabor de las Whiskas y a su lado conocí algunas de las razones para amar a John Lennon. Más allá de que si su activismo social, de que si se había atrevido a decir que los Beatles eran más grandes que Jesús, de que si se había casado con Yoko Onno con quien se fotografió desnudo, de que si había muerto asesinado por un fan. Amo a John Lennon porque escribió la canción favorita de mi papá “Imagine”, (¿podrían creer que lleva la letra en el cosito ese del coche que ahora no recuerdo cómo se llama con el que se cubre el conductor del sol?), pero lo admiró más porque a pesar de su rebeldía se dio chance de escribir una canción de amor a su chica, no al mundo, no a la vida, sino a una chica, je, la rola es “Love is real”. Hoy es un día especial por varias razones: es el día 9 del mes 9 del año 2009; la discografía completa de los Beatles en versión remasterizada se lanza en casi todos los rincones del mundo (digo casi porque no creo que llegue a Gambia, por ejemplo, ¿o sí?); surge el primer videojuego de la banda inglesa para Rock Band (ya me sé de memoria las pisadas de guitarra de “Eye of the Tiger”, hace falta que mis sobrinos renueven su playlist con unas cancioncitas de estos muchachos); juega la selección mexicana contra Honduras y Gio tiene el corazoncito roto por Belinda, je; tengo mi segunda clase en el taller para escribir cartas de amor, Julien.

En off: Bueno, pues no sé ustedes, pero yo sí me voy a lanzar al IMER para jugar el nuevo jueguito ese de los Beatles que les digo.

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